El impacto laboral de la recesión se refleja en el cierre masivo de cuentas sueldo

La dura realidad que atraviesa el mercado laboral argentino quedó plasmada en los preocupantes números que dio a conocer el Banco Central. Durante abril, se clausuraron más de 65.000 cuentas bancarias destinadas al pago de salarios en todo el territorio nacional. Esta nueva ola de cierres elevó la infortunada cifra a 340.000 cuentas sueldo inactivas sólo en el primer cuatrimestre de 2024.

Estos datos confirman las sombrías proyecciones sobre el impacto que tendría el plan económico de ajuste y austeridad implementado por el Gobierno de Javier Milei. «La reducción de la actividad en el primer trimestre más afectado por las medidas oficiales se tradujo en una contracción del 2,6% del PBI», explicaron fuentes del sector privado.

La parálisis se extendió con fuerza a sectores claves generadores de empleo como la construcción, con una caída interanual del 19,7%, la industria con el 13,7% y el comercio con el 8,7%. «En un contexto recesivo, no sorprende que los principales conglomerados urbanos reflejen los mayores índices de desempleo», destacaron analistas económicos.

El Gran Buenos Aires lideró este lúgubre ranking con un 9% de desocupación, muy por encima del promedio nacional del 7,7% informado recientemente por el INDEC. «Vemos una correlación directa entre las regiones con mayor cierre de cuentas sueldo y los distritos con peores datos laborales», confirmaron portavoces bancarios.

A pesar del drástico ajuste de las plantas de empleados públicos que impulsó la nueva administración, ya se observa un fuerte traslado de la crisis hacia el sector privado. «Si bien inicialmente hubo miles de cesantías estatales, ahora son más los puestos de trabajo perdidos por la recesión económica general», admitieron desde las entidades financieras.