En su gira europea, el presidente Javier Milei ratificó su intención de implementar una competencia de monedas que eventualmente derivará en el cierre del Banco Central, a pesar de las recomendaciones en contra por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta postura confronta directamente con la visión del organismo multilateral.

Durante un discurso en el Real Casino de Madrid, donde fue galardonado por un think tank liberal, Milei planteó su hoja de ruta monetaria. «Vamos a declarar la emisión monetaria un delito de lesa humanidad», sentenció, anticipando que buscarán primero una reforma del sistema financiero para hacerlo «anticorridas» sin depender del BCRA.

«Al quedar fija la cantidad de pesos, los individuos necesitarán monetizar trayendo sus propias monedas. Eso hará que el peso tenga cada vez menos importancia hasta que sea tan pequeño que cerraremos el Banco Central», vaticinó sobre su anunciada «dolarización endógena» o competencia de monedas.

Sin embargo, esta visión choca con las recomendaciones del FMI. En su último informe, el organismo planteó que, si bien se avanza hacia una competencia de monedas, el BCRA debería mantener roles clave como prestamista de última instancia, administrador de liquidez y garante de la estabilidad financiera.

«Los individuos serán libres de ahorrar y operar con las monedas que elijan, pero el Banco Central conservaría funciones esenciales y no se le prohibiría financiar al Gobierno», precisó el staff técnico del Fondo, que abogó por «definir mejor el papel» de la autoridad monetaria en el nuevo esquema cambiario.

A su vez, el FMI sugirió que la competencia de monedas podría parecerse a los regímenes bimonetarios de Perú y Uruguay, donde conviven el dólar y la moneda local sin dolarizar por completo. Una postura menos extrema que el cierre del BCRA planteado por Milei.

Esta diferencia de enfoques podría tensionar la relación con el FMI, del que Argentina buscará un nuevo programa para respaldar el fin del cepo cambiario. El ministro Caputo reafirmó que no hay devaluación prevista y que se mantienen los actuales esquemas cambiarios avalados por el Fondo.

La visión confrontada de Milei augura un nuevo frente de negociación con el organismo multilateral, que apunta a un cambio de régimen monetario más gradual y con roles acotados pero vigentes para el BCRA.