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El financiamiento con cualquier organismo internacional deberá ser aprobado por el Congreso

La Cámara de Diputados convirtió en ley este jueves por amplia mayoría el proyecto de sostenibilidad de deuda pública que establece que los acuerdos de financiamiento con cualquier organismo internacional, deberán ser aprobados por una ley del Congreso Nacional.

La sanción de la iniciativa contó con el respaldo de 233 votos que fueron aportados por el del Frente de Todos, Juntos por el Cambio, los interbloques Federal, el Movimiento Popular Neuquino, y Acción Federal, en tanto que los dos monobloques de izquierda rechazaron la propuesta.

Además se abstuvieron el referente de la Corriente Clásica y Combativa y diputado del Frente de Todos, Juan Carlos Alderete, y la legisladora del Pro María Piccolomini.

Juntos por el Cambio votó en contra del articulo primero y tercero porque pidió cambios de redacción que el oficialismo no aceptó como lo había anticipado ayer cuando se discutió el proyecto en comisión.

Por otra parte, el plenario legislativo sancionará este jueves un proyecto para promover la industria de la construcción para obras privadas, con el otorgamiento de incentivos fiscales y rebaja de impuestos para los ciudadanos que hayan blanqueado sus fondos que tienen en el exterior.

En cuanto a la iniciativa aprobada, determina que «la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional de cada ejercicio deberá prever un porcentaje máximo para la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras respecto del monto total de las emisiones autorizadas para ese ejercicio».

El presidente del Interbloque Unidad y Equidad Federal, José Luis Ramón, afirmó que el proyecto de sostenibilidad de la deuda «es un enorme paso» para la Argentina con la mirada puesta en que el «el Congreso recupere sus funciones y su poder»

«La única manera de lograr estabilidad es con acuerdos serios y volviendo a un equilibrio entre los poderes. El Congreso tiene que recuperar sus funciones y su poder”, afirmó.

En contra de una convalidación democrática, el diputado de izquierda, Nicolás del Caño, dijo que este proyecto «es una verdadera impostura. Hace que el Congreso actúe como una escribanía que dé garantía a todas las operaciones de deuda en jurisdicciones extranjeras”.