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El crecimiento de Posse incomoda a algunos sectores de Juntos por el Cambio

La dirigente Elisa Carrió se lanzó fuerte a respaldar al grupo de radicales que apoyan a Vidal.
A la destacada líder de Juntos por el Cambio le conviene disputar con Monzó y Vidal la candidatura a gobernadora en 2023 y el intendente de San Isidro crece a base de gestión y un tan simple como real discurso en defensa del rol que la UCR debería ocupar en la oposición.
La intrusión de Carrió en la interna de la UCR es llamativa, sobre todo cuando en su propio partido no hay internas y suele ser ella quien decide cada lugar en las listas.

Vidal podría llegar a conservar un porcentaje de los votos que recibió en 2019, pero hay dudas y eso recién se sabría con el resultado de las PASO de este año.
La presencia de un dirigente con buena imagen y que dé señales de acuerdos sin obsecuencia perjudicaría a los pre candidatos a gobernador/a ya lanzados, como Carrió, Vidal y Emilio Monzó.

Si bien Carrió es una dirigente muy trascendente en la política argentina, ha tenido resultados electorales muy dispares cuando encabezó listas. Por ello su peso electoral como candidata a un cargo ejecutivo es una incógnita, aunque genera cierta expectativa.

Para María Eugenia Vidal, que ha terminado un mandato regular y que no ha construido nada a nivel político/estructural en la provincia o para Monzó, que aún no logra captar la atención de la ciudadanía, la llegada a escena de un intendente consagrado en su territorio y reconocido fuera de él por su gestión sería un adversario complejo de enfrentar.

Todas estas especulaciones que se hacen en distintos sectores de JXC se adelantan a lo que en realidad es, hasta el momento, una elección interna del radicalismo. En la misma se plantea ocupar el espacio y participación que el partido merece o trabajar al servicio de la ex gobernadora convirtiéndose, definitivamente, en su estructura política.

Posse fue tal vez el intendente que más insistió con el regreso a clases presenciales. De hecho, luego de varias negativas, logró que la provincia le permitiera la reapertura de establecimientos con los protocolos planteados. No lo hizo a través de los medios, lo hizo presentando formalmente las propuestas una y otra vez en busca de la aprobación de la provincia. No pudieron negárselo.
Gustavo Posse busca avances a través de gestión, con prioridad en los resultados.

Un triunfo de Abad y Salvador permitiría que Vidal, Carrió y Monzó en menor medida, puedan utilizar sus lapiceras cómodamente en el armado de las listas. Un radicalismo fuerte obligaría a democratizar la definición de quiénes serán los candidatos y qué lugares ocuparían.

La definición de la interna del radicalismo bonaerense definirá el rol del partido en la coalición opositora y su papel en las elecciones de 2023. Los ataques externos pueden ser una señal de lo que está incomodando la presencia de Posse en el territorio provincial y de cuánto podría perjudicar a quienes suelen beneficiarse con los armados superestructurales, fuera de toda interna o participación democrática.

Por Joaquín Gayone
Agencia País