Luego de perder el poder hace seis meses, el peronismo atraviesa un momento de crisis e intensas disputas internas. Sin una conducción definida, diversos dirigentes se mueven buscando reactivar el debate por la renovación del espacio.

Figuras como Guillermo Moreno, Martín Guzmán y un grupo conformado por Fernando Gray, Juan Zabaleta, Facundo Moyano y Federico Martelli, se perfilan como voces que reclaman un cambio en el liderazgo del peronismo. Cuestionan el dominio del kirchnerismo y apuestan por una mayor renovación.

Por otro lado, gobernadores como Axel Kicillof y Ricardo Quintela también intentan posicionarse como referentes de un peronismo renovado. Kicillof busca construir un perfil político más autónomo, mientras que Quintela aspira a asumir la presidencia del PJ Nacional.

Sin embargo, la unidad del espacio sigue siendo esquiva. Sectores como La Cámpora y el massismo mantienen su influencia, generando resistencias a los intentos de cambio. La autocrítica del kirchnerismo, liderado por Máximo Kirchner, parece insuficiente para aplacar las diferencias.

En este contexto de crisis, el peronismo avanza a pasos lentos en la búsqueda de una renovación que le permita rearmarse como alternativa frente al gobierno de Javier Milei. Un camino que aún luce espinoso y plagado de obstáculos internos.