Un tema importante para el intendente de Mar del Plata, el ex ministro porteño Guillermo Montenegro, es la fabricación de la ya conocida Plancheta (hoy casi no se puede vivir sin tener una, hay que reconocerlo). Pero mientras el intendente mira como se lavan las veredas, como se podan los árboles, como se atiende una rotisería, etc, hay muchos vecinos que padecen la creciente inseguridad en la ciudad.
Es que el experto en seguridad no está sabiendo manejar justamente su especialidad y desde otros sectores políticos se refieren a su campaña electoral como la “Campaña Arjona”. “Antes que estar en el COM mientras los delitos no aflojan es preferible que se interiorice en el lavado de las veredas”, afirman irónicamente en el pasillo del palacio municipal.

Aunque Montenegro trata de atribuir el reclamo por inseguridad a un tema electoralista, la realidad evidente y en la cara de los vecinos hace imposible tapar el sol con la mano. “El colectivo es caro, los autos se rompen con las calles destrozadas y la bicicleta te la roban, no sabés como andar”, pero no sólo la inseguridad despierta bronca en los marplatenses: “encima hace como hacía Pulti, arregla algunos baches 15 días antes de la elección para mostrar obras, es un caradura”, dijo un vecino cuya cuadra está cerrada al tránsito por la exagerada cantidad de carteles avisando de la obra de bacheo.

Ya no hay sectores políticos que le den margen. El Frente de Todos, Acción Marplatense y Crear Juntos le reclaman acciones concretas y efectividad para frenar el delito que no baja y que fuera la promesa más importante de campaña del ex candidato a intendente de San Isidro, hoy jefe político de Mar del Plata.

Tal vez el mayor problema de Montenegro sea la forma de mostrar acción. Desde las redes parece estar todo el día paseando por la ciudad junto a su amigo Alejandro Rabinovich y el candidato a concejal, Fernando Muro, ambos completamente desconocidos en la ciudad pero cabezas de lista en la boleta que impulsa el intendente.
Se muestran comprando hamburguesas con Bitcoins, mirando como se fabrica cerveza, como se corta el fiambre en una rotisería, mirando como los empleados municipales cortan ramas y una infinidad de tareas habituales de la vida diaria de cualquier vecino o empleado municipal. “Eso no es escuchar, es perder tiempo al p… Vino, me miró laburar, hizo dos chistes malos y se fué” exclamó visiblemente enojado un operario municipal luego de la partida del intendente y su grupo de amigos que pasaron «a ver que onda».

Mientras tanto, los vecinos siguen esperando que alguien esté en condiciones de hacer frente a la inseguridad. El primero de septiembre, el Secretario de Seguridad local (también llegado de CABA y amigo personal de Montenegro) deberá presentarse en el HCD a dar algunas explicaciones.