«En nuestra actividad somos muy unidos, entonces creo que cuando empiece a funcionar la aplicación esto va a ser peor de lo que pasa en Capital, porque no vamos a permitir que ninguna empresa venga a negrear trabajadores», sostuvo Darío López, Presidente de la Cámara de Taxistas de Mar del Plata, sobre un problema que desde la llegada del cartel se instaló en la charla y el día a día de los choferes.

Claramente los taxistas y remiseros no están preocupados por que “negreen trabajadores” sino porque perderían valor sus licencias, que son un bien millonario y por sobre todas las cosas, perderían clientes a menos que mejoren su servicio (precios, calidad de atención, practicidad y confort).

El alto costo de los servicios de taxis y remises está dado principalmente por la gran cantidad de gastos fijos que, en su mayoría, son aplicados de manera arbitraria por empresas y sectores a través de “servicios” que los propietarios de licencias deben pagar para trabajar.
O sea, el servicio es caro porque es agobiado por negocios de estilo corporativo que los taxistas nunca se animaron a combatir.

La lucha gremial contra la empresa global, así como los ataques más violentos contra vehículos llevados adelante por taxistas y remiseros «caza Uber», se dan en la Ciudad de Buenos Aires. Fuentes dentro de Uber apuntaron al medio Infobae que ya registraron más de 750 ataques en 2018. Si a estos se sumaran las cifras de otras empresas como Cabify, el número sería aún más abultado.

Uber existe en muchos países del mundo y su funcionamiento es excelente según el 96% de sus usuarios (según puede leerse en estudios realizados en distintas ciudades). Con los taxis y remises, en Argentina, la satisfacción no sólo no es tan buena, sino que es uno de los servicios peor visto por la mayoría de sus usuarios.

Ahora el tema toma mayor fuerza en Mar del Plata a raíz de la aparición de un cartel publicitario de Uber en una zona estratégica de la ciudad.
“Mar del Plata, queremos llegar a tu ciudad”. Eso dice el gran cartel publicitario que UBER instaló hace días en la fachada de un edificio de Sarmiento y Colón junto a una dirección web para “conocer más”. Más de 11.000 personas se anotaron en cuestión de horas, tal como informó LA CAPITAL.

“El cartel lo vimos todos. Si lo que quieren traer a Mar del Plata es la versión ilegal, nos vamos a oponer totalmente”, dijo Raúl Vicente, titular de la Sociedad de Conductores de Taxis de Mar del Plata ante la aparición de esta publicidad.

Otro punto clave es el “relato” que crearon los gremios para instalar la idea de precariedad y de inseguridad asociados a servicios como Uber. Ninguno de los argumentos son reales y se caen con el simple trabajo de analizarlos mínimamente. La justicia determinó que Uber NO ES ILEGAL, lo cual constituyó un duro golpe al reclamo de los gremios.

La postura de Castello, el diputado que impulsa la apertura al ingreso de Uber y su regulación

«Mar del plata es un lugar apetecible, la gente viene de Buenos Aires y quiere tener el servicio, creo que la presencia del cartel tiene que ver con eso», consideró el diputado Guillermo Castello, autor del proyecto que busca habilitar y regular el funcionamiento de Uber en la provincia.

Ante las declaraciones de los representantes gremiales de la ciudad, Castello afirmó públicamente a través de Twitter:

Castello: Dirigentes taxistas quieren impedir que ingrese Uber porque «no hay mercado» y «no hay rentabilidad». Esto es exactamente lo que Argentina debe combatir: sectores de la sociedad pretendiendo que el Estado les garantice ganancias en desmedro del consumidor.

«Yo estuve en Capital y los taxistas ya están trabajando con Uber, lo que inclusive admite mi proyecto, es muy flexible, creo que deberían abrirse un poco más a la plataforma», expuso. «Yo me los cruzo en la calle y lo que los pido es que lean el proyecto, que vean la cosa con objetividad, no hace falta llegar a situaciones de peligro, hay un nicho para que todos puedan trabajar. Las resistencias son naturales, la historia de la humanidad es así», agregó.

Fuente: Diario La Capital – Agencia País – Infobae