En el gobierno nacional, la confirmación de la condena contra Cristina Kirchner generó una reacción de cautela y preocupación. A pesar de que Javier Milei celebró el fallo de la Corte Suprema, lo hizo con una moderación inusual, limitándose a publicar un escueto mensaje en sus redes sociales. Esta actitud contrastó con la virulencia habitual de los trolls libertarios y de algunos funcionarios, quienes optaron por mantener un perfil bajo.

En la Casa Rosada, reconocen que el fallo, que semanas atrás no estaba en sus cálculos, generó una sensación agridulce. La estrategia inicial del gobierno era competir contra Cristina Kirchner en las elecciones, pero la condena alteró ese escenario. Sin embargo, desde el gobierno niegan haber operado para influir en la decisión judicial.

Una muestra de la cautela con la que se maneja el gobierno en relación con este tema se evidenció este martes, cuando los gremios cortaron los accesos a la Capital y Patricia Bullrich evitó reprimir las protestas, a diferencia de lo que suele hacer en otras ocasiones.

En el gobierno admiten preocupación por el posible conflicto social que pueda desatarse tras la condena. Creen que la polarización con el kirchnerismo podría intensificarse, generando un escenario de incertidumbre para el futuro. Los primeros síntomas de unidad del peronismo y la reaparición de los piquetes han puesto en jaque algunas de las certezas que tenía el gobierno.