Un sorprendente hallazgo tuvo lugar en los subsuelos del Palacio de Tribunales, donde, durante trabajos de refacción para un futuro museo, se descubrieron siete cajas de madera que contenían cientos de carnets de afiliación al partido nazi en Argentina, pasaportes y otros documentos. El material, que llegó al país en 1941 a bordo de un barco japonés, revela la fuerte presencia y el intento de expansión de las ideas de Adolf Hitler en territorio argentino durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre los documentos encontrados, se destacan libretas de la Organización del Partido Nacional Socialista en el exterior y de la Unión Alemana de Gremios, identificables por la esvástica y un engranaje. También se hallaron sobres rojos con el mismo logotipo y fichas con nombres, apellidos y números de afiliación. Se estima que la seccional argentina del partido nazi llegó a tener alrededor de 12 mil afiliados. Se investiga si cuentas bancarias de algunos de estos afiliados en el Credit Suisse se utilizaron para financiar la llegada de nazis al país.
Ante este descubrimiento, la Corte Suprema dispuso la preservación y el inventario del material, con la colaboración del Museo del Holocausto. El objetivo es realizar un minucioso relevamiento para evaluar si la documentación contiene información crucial para esclarecer sucesos vinculados con el Holocausto y la ruta del dinero nazi en el mundo. El presidente de la Corte, Horacio Rosatti, encabezó un acto de apertura de las cajas junto al Gran Rabino de la AMIA, Eliahu Hamra, y representantes del Museo del Holocausto.
La historia de estas cajas se remonta a junio de 1941, cuando llegaron al país a bordo de un barco japonés provenientes de la embajada alemana en Tokio. Funcionarios de la Aduana detuvieron las cajas ante la sospecha de que su contenido pudiera afectar la neutralidad argentina frente a la guerra. La Comisión Especial Investigadora de las Actividades Anti Argentina solicitó la información y, tras abrir algunas cajas, constató que contenían material de propaganda antidemocrática.
La comisión solicitó el secuestro de los bultos, pero el Ministerio del Interior lo rechazó. Finalmente, la comisión hizo una denuncia ante la Justicia, que ordenó la incautación de las encomiendas. El caso llegó a la Corte Suprema, donde quedó archivado durante más de ocho décadas, hasta este reciente hallazgo. Este descubrimiento se produce en un contexto donde ya se habían revelado actas de Fabricaciones Militares autorizando gastos millonarios durante el gobierno de Perón, que podrían estar relacionados con la llegada de jerarcas nazis a Argentina.