Tras un período de relativa calma, el mercado inmobiliario local muestra una dinámica renovada, impulsada por factores económicos y financieros que invitan a la acción. En diálogo exclusivo con el martillero y desarrollador de negocios inmobiliarios Gabriel Fernández Arancibia (Reg. 4086), del Colegio de Martilleros local, exploramos las claves de este presente promisorio y las estrategias para aprovechar las oportunidades que surgen en la ciudad costera.
Un Momento Oportuno para la Adquisición
«La verdad que sí, claramente», afirma con convicción Fernández Arancibia al ser consultado sobre el momento actual para la compra de propiedades. «Empezó a haber más movimiento en el sector gracias a los créditos, al blanqueo de capitales y a la estabilidad del dólar. El horizonte a mediano plazo se presenta más tranquilo, lo que está llevando a la gente a decidirse a comprar. Básicamente, están buscando oportunidades que aún existen y que siguen apareciendo».
Fernández Arancibia destaca que el punto de inflexión se registró aproximadamente hace un año y medio o dos años, cuando el mercado alcanzó su nivel más bajo en precios. «Las propiedades estaban en su piso y ahora están recuperando valor. Entonces, quien necesite o quiera comprar —ya sea terrenos, lotes, departamentos o casas—, este es el momento indicado. Porque esto va en ascenso. Es cíclico: tuvimos un momento bajo hace un par de años y ahora estamos en fase de recuperación».
Ciclos Inmobiliarios y la Urgencia de Decidir
Con una visión a mediano y largo plazo, Fernández Arancibia (foto) advierte sobre la naturaleza cíclica del sector, períodos que suelen extenderse entre cinco y diez años. «No se puede saber exactamente cuánto va a durar esta etapa, pero históricamente estos ciclos oscilan entre los cinco y los diez años. Quiere decir que todo lo que compres hoy será más caro dentro de tres meses, dentro de seis meses, dentro de un año… y mucho más dentro de dos años. Por eso, no hay que quedarse esperando si uno tiene necesidades o busca oportunidades. No hay que demorarse».
La transformación del paisaje urbano marplatense también refleja este cambio. Calles como la emblemática Avenida Colón, antes repletas de carteles de «se vende», muestran ahora menos presencia de estas ofertas. «Hace dos años, en cada cuadra había dos o tres carteles colgados en balcones, locales o lotes; hoy ya no se ven tanto», explica el martillero. Además, menciona que muchas propiedades que estaban en venta desde hacía cinco o seis años han sido adquiridas gracias al blanqueo, los créditos y las nuevas condiciones del mercado. La demanda supera a la oferta, por lo que recomienda actuar rápido ante una buena oportunidad: probablemente, en quince o veinte días ya no esté disponible.
Ladrillos como Refugio de Valor en un Contexto Cambiante
La inversión en ladrillos se consolida, según el profesional, como una alternativa sólida para proteger el capital. «Digamos que tener dólares guardados debajo del colchón ya no es lo más seguro. Mejor tener una propiedad: no deja de ser una buena forma de preservar el patrimonio».
Finalmente, el consejo del martillero para compradores e inversores es claro y directo: «El consejo es estar atento. No apurarse, pero tampoco dormirse. No dejar las cosas para después. Ya sabemos que las segundas oportunidades no suelen ser tan buenas como las primeras. Así que hay que asesorarse bien, investigar, tomar tiempo si es necesario, pero sin perder el tren. Esto vale tanto para una decisión familiar como empresarial. Si en algún momento pensás en expandirte, ahora es el momento. Sea cual sea el objetivo —obtener renta o mejorar la calidad de vida—, siempre estamos hablando de dinero y rentabilidad. Y no hay que demorarse en tomar una decisión».
Gabriel Fernández Arancibia, información de contacto: 223 503-9282 – Alvarado 2251, 2do. B, Mar del Plata.