La ley de Ficha Limpia naufragó en el Senado, desatando una ola de reacciones y acusaciones cruzadas en el ámbito político. Mientras Javier Milei expresaba públicamente su descontento, calificando al Senado como «el refugio de la casta política argentina», fuentes internas revelaban un trasfondo estratégico que involucra un pacto secreto con el kirchnerismo.
Según trascendió, la jugada maestra para voltear la ley provino de los senadores misioneros, Sonia Rojas Decut y Carlos Omar Arce, quienes responden al líder Carlos Rovira. Su voto en contra resultó crucial para impedir la aprobación de la norma, que requería una mayoría absoluta de 37 votos. La decisión de los misioneros no solo frustró las aspiraciones de Mauricio Macri y su candidata Silvia Lospennato, sino que también permitió «reflotar el pacto» entre Milei y Cristina Kirchner.
La estrategia del gobierno libertario consistió en mostrar públicamente su apoyo a la ley, en sintonía con sus aliados del PRO y la UCR, mientras que «por abajo» operaba para demorarla o rechazarla. Un senador oficialista confirmó que el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, visitó al santacruceño José María Carambia para convencerlo de votar en contra, aunque sin éxito. Ante la negativa de Carambia, se activó la «opción de los misioneros», quienes finalmente torcieron el destino de la votación.
La caída de Ficha Limpia generó un bochorno televisado en TN, donde Lospennato y otros impulsores de la ley se preparaban para celebrar su sanción. Mientras tanto, los senadores peronistas José Mayans, Juliana di Tullio y Anabel Fernández Sagasti, quienes se habían reunido con Cristina Kirchner, anticipaban que «no habría derrota». Tras la votación, el jefe de bloque libertario, Ezequiel Atauche, se mostró «sorprendido» por la ausencia de los misioneros y se quejó de «la casta».
En el seno del gobierno, el subsecretario General de la Presidencia, Lule Menem, fue señalado como el artífice del acuerdo con Rovira. La motivación principal sería evitar la interpelación de Karina Milei en el Congreso por el caso Libra. «Lule es el nexo entre Rovira y el gobierno», confirmó un funcionario libertario.
La reacción de Milei tras el rechazo de la ley fue de indignación pública, expresada a través de sus redes sociales. «Lamentable. Fin», sintetizó el Presidente, mientras que la cuenta oficial de la Oficina del Presidente añadió: «El Senado de la Nación se consolida una vez más como el refugio de la casta política argentina». Sin embargo, en privado, el gobierno celebraría que la caída de Ficha Limpia permitiría a Cristina Kirchner competir en las próximas elecciones, polarizando así el escenario político y favoreciendo la estrategia electoral de Milei.