El Papa Francisco, figura clave del siglo XXI tanto en el ámbito espiritual como político, falleció este lunes a los 88 años, según confirmó el Vaticano. Su deceso ocurrió un día después de su última aparición pública en la celebración de Pascua, donde envió un mensaje de esperanza y tolerancia al mundo.
El cardenal Kevin Farrell anunció con pesar la noticia, destacando que la vida del pontífice estuvo dedicada al servicio del Señor y de la Iglesia. Francisco había sido hospitalizado recientemente por una neumonía grave que lo mantuvo ingresado durante 38 días. A pesar de su delicado estado de salud, participó brevemente en la misa de Pascua y dirigió la bendición «Urbi et Orbi».
Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires en 1936, será recordado como uno de los argentinos más influyentes en la geopolítica mundial. Su trayectoria, desde sus humildes orígenes como hijo de inmigrantes italianos hasta convertirse en el líder de la Iglesia Católica, es un ejemplo de superación y compromiso.
A lo largo de su pontificado, Francisco se destacó por su cercanía con los más necesitados, su defensa de la justicia social y su llamado a la paz y al diálogo entre culturas y religiones. Su estilo sencillo y directo, así como sus gestos de humildad, lo convirtieron en una figura querida y respetada en todo el mundo.
En una entrevista reciente con Infobae, el Papa Francisco compartió sus reflexiones sobre la muerte, afirmando que no le temía, pero que le había pedido a Dios que no lo «agarre inconsciente». Describió la muerte como un encuentro con una «luz muy grande» y una «felicidad muy grande». Su legado perdurará como inspiración para las generaciones futuras.