La posible salida de Estados Unidos del Fondo Monetario Internacional (FMI) tendría consecuencias significativas en el liderazgo financiero global, según advirtió Edwin Truman, ex subsecretario del Tesoro estadounidense y actual investigador de la Universidad de Harvard. En un artículo publicado en el Financial Times, Truman alertó sobre el impacto «devastador» que esta decisión podría tener en la influencia de Washington y en el papel del dólar en los mercados internacionales.

Truman recordó que la propuesta de abandonar el FMI y el Banco Mundial, impulsada por el «Project 2025» de la Heritage Foundation, argumenta que estas organizaciones son contrarias a los principios estadounidenses de libre mercado y gobierno limitado. David Burton, analista de la Heritage, afirmó que la retirada es preferible a intentar reformar estas instituciones, ya que las considera «incapaces de una reforma seria» y «consistentemente hostiles a los intereses nacionales de EEUU».

La salida de Estados Unidos implicaría la pérdida de influencia en las políticas y operaciones del FMI, así como la exclusión del dólar en sus transacciones. Esto abriría la puerta para que otros países, especialmente China, ocupen ese espacio. Truman destacó que la mayoría de los países que solicitan fondos al FMI prefieren recibir y pagar en dólares, pero la exclusión de la moneda estadounidense podría desincentivar a otros países a mantener reservas en dólares. Además, el dólar podría ser eliminado de la canasta de los Derechos Especiales de Giro (DEG), la «moneda del Fondo», dando mayor protagonismo al euro o al yuan chino.

Desde una perspectiva geopolítica, la retirada de Estados Unidos permitiría a China y la Unión Europea aumentar su influencia en el FMI. Truman sugirió que no sería sorprendente que la sede del FMI se trasladara a China, consolidando su posición como potencia económica global. Además, se debilitaría la capacidad de Estados Unidos para brindar apoyo financiero a países aliados a través del FMI, disminuyendo su influencia diplomática.

Finalmente, Truman advirtió sobre las consecuencias internas de esta decisión, como la pérdida del acceso preferencial de los bancos estadounidenses al respaldo en dólares a través de la Reserva Federal y la limitación de la capacidad de Washington para imponer sanciones financieras. En resumen, el exfuncionario del Tesoro considera que la retirada de Estados Unidos del FMI sería un error estratégico de gran magnitud, con desventajas mucho más perjudiciales que los problemas que se pretenden resolver.