La Cámara de Diputados ha experimentado una notable fragmentación en el último año y medio, influenciada por el caso de la estafa cripto $Libra y los procesos electorales en curso. Esta fragmentación se manifiesta en la pérdida de miembros por parte de los bloques, la conformación de interbloques y la reconfiguración de alianzas, lo que dificulta la gobernabilidad y la construcción de consensos.
Unión por la Patria ha sido uno de los bloques más afectados, reduciendo su número de 108 a 96 diputados debido a la influencia de los gobernadores peronistas que se han acercado al gobierno. Juntos por el Cambio se disolvió como coalición unificada, y la Unión Cívica Radical se dividió en cuatro bloques distintos. Incluso La Libertad Avanza, el espacio liderado por Javier Milei, ha sufrido bajas, con la salida de tres diputados del MID y Lourdes Arrieta.
El caso $Libra ha generado un nuevo foco de conflicto en la Cámara de Diputados. La oposición logró aprobar la creación de una comisión investigadora sobre este caso, pero el oficialismo y el PRO respondieron formando dos interbloques para aumentar su representación en dicha comisión.
Los procesos electorales en curso también están profundizando las divisiones dentro de los bloques. Dos diputados del PRO anunciaron su salida del bloque para formar una nueva bancada denominada Futuro y Libertad tras las elecciones en Santa Fe. Las elecciones en Salta, Chaco, Jujuy, San Luis y la Ciudad de Buenos Aires podrían generar nuevas fracturas y reconfiguraciones en los bloques legislativos.
Los intereses provinciales están adquiriendo un protagonismo creciente en la Cámara de Diputados, superando en ocasiones la relevancia de los debates nacionales. Las decisiones y alianzas dentro del recinto parecen estar cada vez más influenciadas por los resultados electorales en los distritos, lo que complica aún más la construcción de consensos y la gobernabilidad.