Tras la reciente liberación del cepo cambiario y la consecuente subida del dólar, analistas y consultoras prevén una aceleración de la inflación en los próximos meses. El nuevo esquema, que permite al dólar fluctuar entre $1.000 y $1.400, generó un aumento inmediato del 12% en el tipo de cambio.
Supermercados y almacenes ya han recibido nuevas listas de precios con aumentos de hasta el 9% en productos de consumo masivo. Sectores como las concesionarias de autos y los corralones también ajustaron sus precios, evidenciando el traslado de la devaluación a los bienes transables.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su estimación de inflación para 2025, situándola entre el 18% y el 23%. Consultoras como 1816 advierten que el shock cambiario compromete la desinflación esperada. Romano Group estima que la inflación de abril podría alcanzar el 5% o 5,5%.
Expertos como Claudio Caprarulo, de Analytica, proyectan una aceleración significativa de los precios, influenciada por el movimiento del dólar y la guerra comercial entre Estados Unidos y China. JP Morgan también anticipa una presión inflacionaria temporal, aunque espera que su impacto sea menor que en ciclos anteriores si el gobierno mantiene el control de la política económica.
En resumen, la suba del dólar generó expectativas de inflación acelerada. Si bien algunos analistas esperan una moderación a medida que avance el año, los primeros ajustes de precios ya impactan en los consumidores, lo que podría tener consecuencias políticas en las próximas elecciones.