La posibilidad de que Argentina reciba un nuevo paquete de ayuda financiera por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentra en un punto crítico, luego de que España se sumara a la lista de países que muestran resistencia a aprobar un nuevo desembolso de 20 mil millones de dólares. Esta postura se hizo evidente durante una reunión informal del directorio del FMI, donde el representante español se unió a las voces críticas de China, Brasil y Holanda.

La información, que fue divulgada por Bloomberg, revela la creciente división dentro del organismo respecto a la conveniencia de otorgar más fondos a un país con un historial de incumplimientos. Mientras el ministro de Economía argentino, Toto Caputo, busca desesperadamente este salvavidas financiero, la presión internacional aumenta.

La situación se agrava aún más por las tensiones diplomáticas entre el gobierno argentino y algunos de los países clave en la decisión del FMI. Los constantes agravios del presidente Milei hacia su par español, Pedro Sánchez, y las promesas incumplidas a China en relación con el swap de monedas, han generado un clima de desconfianza que dificulta aún más la obtención del apoyo necesario. A esto se suma la presión de Estados Unidos, que exige la cancelación del acuerdo con China como condición para respaldar la negociación con el Fondo.

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, ha expresado su preocupación por las medidas arancelarias impuestas por el gobierno de Trump, advirtiendo sobre el riesgo que representan para las perspectivas económicas mundiales. En este contexto, la falta de consenso en el directorio del FMI y las crecientes tensiones geopolíticas complican aún más el futuro financiero de Argentina.