El gobierno de Javier Milei busca recuperar la iniciativa en el Congreso a través de un golpe de efecto: la ley de Ficha Limpia. Esta iniciativa, que busca impedir que personas condenadas por delitos de corrupción accedan a cargos públicos, se presenta como una estrategia para atenuar el posible revés que podría sufrir el oficialismo por el caso $Libra, un escándalo que ha salpicado a figuras cercanas al gobierno.
La semana que se avecina se presenta crucial para el gobierno, con sesiones clave en Diputados y el Senado. En la Cámara Baja, la oposición busca avanzar con la creación de una comisión investigadora sobre el caso $Libra, además de interpelar a funcionarios clave del gobierno. El oficialismo, por su parte, intentará frenar estas iniciativas y desviar la atención hacia otros temas.
En el Senado, el debate sobre la ley de Ficha Limpia se presenta como un desafío para el gobierno. Si bien el proyecto cuenta con el respaldo de algunos sectores de la oposición, las divisiones internas y las tensiones políticas podrían complicar su aprobación. El oficialismo espera que la inhabilitación de Cristina Kirchner, condenada en la causa Vialidad, genere un impacto positivo en la opinión pública y facilite la aprobación de la ley.
Sin embargo, el panorama no es favorable para el gobierno. La reciente derrota en el Senado y la creciente nacionalización de las elecciones de medio término han debilitado la posición del oficialismo en el Congreso. La falta de alianzas sólidas y las disputas internas complican aún más la situación.
En este contexto, el gobierno apuesta a la ley de Ficha Limpia como una victoria simbólica que le permita recuperar la iniciativa y fortalecer su imagen de cara a las elecciones. Sin embargo, el camino hacia la aprobación de la ley se presenta lleno de obstáculos y la incertidumbre sobre el resultado final es alta.