En un contexto de tensiones políticas, el gobierno nacional, liderado por Javier Milei, intentó frenar la construcción de un puente en Santo Tomé, una obra largamente esperada por los habitantes de la región. La administración central, a través de Vialidad Nacional, argumentó falta de habilitación y solicitó a la provincia un plan de contingencia hídrico y ambiental, entre otros requisitos.
La decisión de Vialidad Nacional se produjo a pocos días de las elecciones constituyentes en Santa Fe, lo que generó sospechas en la administración provincial sobre una posible maniobra de campaña de La Libertad Avanza para perjudicar la lista de Pullaro. Se señala a Romina Diez, diputada de Santa Fe y allegada a Karina Milei, como la persona detrás de la paralización de la obra.
Ante esta situación, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, ordenó a su ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, desobedecer la orden de Vialidad Nacional y continuar con la construcción del segundo carril del puente carretero que une la capital santafesina con Santo Tomé. Esta obra, que se inició el 13 de marzo, representa una inversión de 40 mil millones de pesos y tiene un plazo de ejecución de 24 meses. El gobernador ordenó a su ministro de Obras Públicas Lisandro Enrico desobedecer la nota de Vialidad Nacional y continuar con las obras de ampliación del puente que los vecinos reclaman hace décadas.