El reciente acercamiento de Javier Milei al expresidente Donald Trump no ha resultado en un trato preferencial para Argentina en materia de aranceles. A pesar de la pública muestra de afinidad y agradecimiento de Milei hacia Trump, su gobierno impuso a Argentina los mismos aranceles del 10% que a otros 124 países, incluyendo a Brasil y Colombia, gobernados por los mandatarios de izquierda Lula da Silva y Gustavo Petro, respectivamente.
Esta medida arancelaria, que también afectó a Chile, cuyo presidente es Gabriel Boric, pone de manifiesto que la cercanía ideológica y el apoyo explícito de Milei a Trump no fueron suficientes para obtener una excepción para Argentina. La decisión de Trump de no incluir a México, liderado por Claudia Sheinbaum, en la lista de países afectados por los nuevos aranceles, resalta aún más la falta de un trato especial hacia Argentina. México mantiene aranceles cero gracias al tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá.
La situación plantea interrogantes sobre si la estrategia de alineamiento incondicional de Milei con Trump es la más efectiva para defender los intereses económicos de Argentina. La imposición de los mismos aranceles que a países con posturas ideológicas opuestas sugiere que, al menos en este caso, la afinidad personal no se tradujo en beneficios concretos para el país sudamericano. «Amigos son los amigos», celebró Javier Milei cuando se enteró que Trump le había impuesto aranceles del 10%. Enseguida sus seguidores difundieron por las redes que se trataba de los aranceles más bajos del mundo. Excepto que también se aplicaron a otros 124 países.