Nissan ha tomado la decisión de cesar la producción de vehículos en Argentina, lo que marca el final de un ciclo de ocho años en el que la compañía japonesa fabricó dos generaciones de su pickup Frontier. Esta decisión se debe a un cambio en la estrategia global de la empresa y a una disminución en las ventas tanto en el mercado local como en algunos destinos de exportación, como Chile y Colombia, donde había comenzado a enviar vehículos en 2023.

El cierre de la producción de la Frontier y la Renault Alaskan afectará directamente a los aproximadamente 400 trabajadores que actualmente están empleados en la planta Santa Isabel, donde se ensamblan estos modelos. Aunque la planta se transformará en un centro de producción orientado a la exportación, con nuevos modelos como la Kangoo y la pickup Renault Niágara, la incertidumbre persiste sobre el futuro laboral de los empleados afectados. “Estamos trabajando estrechamente con el sindicato durante esta transición”, afirmaron desde la empresa, subrayando su compromiso con el bienestar de los trabajadores.

Además, la decisión de Nissan tendrá repercusiones en la industria de autopartes. Maxion Montich SA, un proveedor que opera dentro de la planta, se verá particularmente afectado, ya que su producción de chasis para las pickups dejará de ser necesaria. La preocupación en el sector autopartista es palpable, especialmente ante la llegada de nuevos proyectos industriales que podrían no integrar suficientes componentes nacionales, lo que podría poner en riesgo a muchas empresas locales que históricamente han abastecido a la industria automotriz argentina.