La construcción de una planta de hidrógeno verde en Paysandú, Uruguay, ha generado inquietudes en el lado argentino, específicamente en la ciudad de Colón. Este sábado, un grupo de manifestantes argentinos cruzó la frontera para expresar su oposición al proyecto, coincidiendo con el Día Mundial del Agua. La planta, que se espera tenga una inversión de aproximadamente 6.000 millones de dólares y la capacidad de generar alrededor de 3.000 empleos, ha suscitado preocupaciones sobre su ubicación, que se encuentra mucho más cerca de Colón que de Paysandú.
El presidente uruguayo, Yamandú Orsi, y el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, se reunieron para discutir la situación. Frigerio enfatizó la necesidad de revisar la ubicación de la planta, que se sitúa a solo tres kilómetros de Colón y a nueve de Paysandú. A pesar de las tensiones, ambos líderes descartaron la posibilidad de un nuevo conflicto como el que ocurrió en 2006 con la planta de celulosa de Botnia, que provocó cortes en los puentes internacionales durante meses.
Frigerio destacó la importancia de evitar conflictos pasados y abogó por un diálogo constructivo. “Nunca más podemos tener otro conflicto como el que durante mucho tiempo nos separó”, afirmó, subrayando la necesidad de escuchar a la población local. Por su parte, Orsi reconoció las preocupaciones de los habitantes de Colón y se mostró dispuesto a considerar cambios en la ubicación de la planta.
El canciller uruguayo, Mario Lubetkin, también participó en la reunión, resaltando la importancia de la cooperación entre Uruguay y Entre Ríos en temas como el medio ambiente y la logística. La visita del gobernador argentino se enmarca en un esfuerzo por establecer un escenario de colaboración entre ambas regiones, buscando beneficios mutuos.