Gmail está dando un paso significativo hacia la modernización de su sistema de acceso, dejando atrás las contraseñas tradicionales en favor de un método más seguro conocido como llaves de acceso o passkeys. Este cambio no solo se aplicará a Gmail, sino que también se extenderá a otras plataformas de Google como YouTube, Google Drive y Google Maps. La iniciativa busca mitigar los riesgos asociados con ataques de phishing y suplantación de identidad, que han afectado a millones de usuarios a nivel global.

Las contraseñas han sido el estándar de autenticación durante años, pero presentan serias vulnerabilidades. Pueden ser robadas, adivinadas o reutilizadas, lo que facilita el acceso no autorizado a múltiples cuentas en caso de una filtración. Consciente de estos problemas, Google ha decidido que las llaves de acceso sean la opción principal para iniciar sesión en sus servicios. Este nuevo sistema permite a los usuarios autenticarse utilizando su huella digital, reconocimiento facial o el bloqueo de pantalla de su dispositivo, lo que reduce la posibilidad de que los delincuentes intercepten credenciales.

Christian Brand, quien lidera el área de identidad y seguridad en Google, ha afirmado que su objetivo es que “las contraseñas se vuelvan poco comunes y eventualmente obsoletas”. Este cambio se alinea con una tendencia creciente en la industria tecnológica, donde empresas como Apple y Microsoft también están adoptando métodos de autenticación más seguros. Para utilizar las passkeys, los usuarios deberán acceder a la configuración de su cuenta de Google y seguir unos sencillos pasos para configurarlas.

Además de las llaves de acceso, Google está implementando la autenticación mediante códigos QR como una alternativa a los métodos tradicionales basados en SMS. Este nuevo enfoque busca eliminar los riesgos asociados con la interceptación de códigos de verificación enviados por mensaje de texto. Con el escaneo de un código QR, los usuarios podrán verificar su identidad de manera más segura y eficiente, evitando la dependencia de operadoras telefónicas y reduciendo el riesgo de ataques.