En un contexto político tenso, La Libertad Avanza (LLA) y el PRO han comenzado a negociar una posible alianza electoral en la provincia de Buenos Aires. La primera reunión entre ambas fuerzas se llevó a cabo en la Casa Rosada, donde Javier Milei, junto a su hermana Karina y los referentes del PRO, Cristian Ritondo y Diego Santilli, discutieron estrategias para enfrentar al gobernador Axel Kicillof. Este encuentro, que fue ampliamente difundido a través de una fotografía, ha generado un impacto inmediato en el escenario político bonaerense.
La reunión, que duró aproximadamente dos horas, no se trató de sellar un acuerdo definitivo, sino de avanzar hacia una integración consensuada en la provincia. Sin embargo, el malestar en el radicalismo bonaerense fue palpable. Un dirigente de la UCR expresó su descontento, afirmando que no avalaban la reunión y que la presencia de Ritondo en Casa Rosada era una trampa que llevó a la suspensión de un encuentro previamente programado entre el PRO y la UCR. Este evento, que prometía reunir a quince representantes de cada partido, fue cancelado tras la difusión de la foto.
El acercamiento entre el PRO y LLA se produce en un momento en que la UCR buscaba fortalecer su relación con sus antiguos socios de Juntos por el Cambio. Sin embargo, la imagen de Ritondo y Santilli en la Casa Rosada ha dinamitado esos intentos. Mientras el radicalismo se mostraba dispuesto a colaborar en una agenda de trabajo que abordara temas como la inseguridad y la gestión de IOMA, el PRO parece haber priorizado su alianza con LLA, lo que ha dejado a la UCR en una posición incómoda.
A pesar de la tensión, algunos sectores dentro del PRO, como el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, ven con buenos ojos el acercamiento a LLA. Lanús ha defendido la idea de que todas las fuerzas que comparten una visión similar deben unirse en las próximas elecciones. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre cómo se estructurarán las listas legislativas, especialmente en un contexto donde LLA también está trabajando en su propio armado en los 135 municipios de la provincia.
La situación se complica aún más con la inminente convocatoria a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para el 13 de julio, aunque la Legislatura local aún debate la posibilidad de suspenderlas. En este clima de negociaciones y tensiones, el futuro de las alianzas electorales en la provincia de Buenos Aires sigue siendo incierto, mientras todos los actores políticos se preparan para una contienda que promete ser intensa.