El presupuesto de la OTAN ha sido objeto de análisis reciente, revelando un notable desequilibrio en el gasto militar entre sus miembros. A pesar de que Donald Trump ha instado a los aliados a aumentar sus inversiones en defensa, la realidad muestra que incluso sumando sus esfuerzos, los países de la OTAN aún están muy por detrás de Estados Unidos. Durante su mandato, Trump ya había expresado su preocupación por la falta de compromiso de otros miembros en alcanzar el objetivo del 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) destinado a la defensa.
Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, varios países han comenzado a aumentar sus presupuestos de defensa. Según datos preliminares de la OTAN, para 2024, al menos 24 de los 32 miembros cumplirán con el objetivo del 2%. Sin embargo, Croacia es la única nación que no ha incrementado su gasto en defensa en relación con su PIB desde entonces. En contraste, Estados Unidos ha visto una disminución en este indicador desde 2014, lo que ha generado críticas sobre su compromiso con la Alianza.
El análisis también destaca que los países que más invierten en defensa son aquellos que comparten frontera con Rusia. A pesar de los esfuerzos de los aliados, el gasto militar de Estados Unidos sigue siendo abrumador, representando el doble del total combinado de todos los demás países de la OTAN. Aunque los miembros europeos y Canadá han aumentado su participación en el gasto militar de la Alianza, aún queda un largo camino por recorrer para equilibrar la carga.
Desde 2014, el gasto militar en la OTAN ha aumentado significativamente, con Lituania y Letonia liderando los incrementos porcentuales. Sin embargo, el crecimiento absoluto de Estados Unidos sigue siendo superior al de otros países, lo que plantea preguntas sobre la equidad en la distribución de responsabilidades dentro de la Alianza.