En un giro insólito, el gobierno de Javier Milei se ha alejado de su respaldo anterior a Ucrania y ha optado por una postura más cercana a la de Donald Trump. A pesar de la condena internacional a la invasión rusa, Argentina se abstuvo de votar en la ONU una resolución que exigía la retirada inmediata de las tropas rusas del territorio ucraniano. Este cambio de rumbo ha suscitado críticas y preocupación en el ámbito diplomático, especialmente entre los embajadores de diversas naciones que se reunieron en Buenos Aires para reafirmar su apoyo a Ucrania.

La decisión de abstenerse de votar se produce en un contexto donde Milei había mantenido una postura clara de apoyo a Ucrania desde su asunción. Sin embargo, la influencia de declaraciones recientes de Trump, que cuestionó el liderazgo de Volodímir Zelensky y criticó la ayuda estadounidense a Ucrania, parece haber influido en la nueva dirección del gobierno argentino. Mientras la resolución fue aprobada con 93 votos a favor y solo 18 en contra, Argentina se alineó con otros países de la región que también optaron por la abstención, como Brasil y Colombia.

El embajador de Ucrania en Argentina, Yurii Klumenko, expresó su dolor y desilusión ante este cambio, recordando las atrocidades cometidas por el régimen de Putin y la necesidad de una respuesta firme de la comunidad internacional. Durante un evento en la Legislatura porteña, Klumenko destacó que “la guerra rusa ha traído sufrimientos enormes” y que la única forma de lograr una paz duradera es mediante la resistencia a la agresión. A pesar de la postura argentina, el embajador subrayó que cualquier solución al conflicto debe incluir a Ucrania en la mesa de negociaciones.

Por su parte, el embajador de la Unión Europea en Argentina, Amador Sánchez Rico, enfatizó el compromiso de Europa con Ucrania y la violación del derecho internacional por parte de Rusia. En este sentido, el cambio de postura de Argentina ha generado un clima de incertidumbre y ha puesto en evidencia la complejidad de las relaciones internacionales en un contexto donde la invasión rusa ha sido condenada por la mayoría de los países.

El nuevo enfoque del gobierno argentino no solo ha dejado a Ucrania en una posición vulnerable, sino que también ha llevado a cuestionamientos sobre la dirección de la política exterior del país. La decisión de abstenerse de votar en la ONU y la falta de apoyo a una resolución que condena la invasión rusa marcan un cambio significativo en la postura de Argentina, que ahora parece alinearse más con las tendencias de la política estadounidense bajo la influencia de Trump, dejando atrás un compromiso previo con la defensa de la soberanía ucraniana.