Un grupo de investigadores del Instituto Weizmann ha hecho un hallazgo sorprendente en el ámbito de la física cuántica, al descubrir que los fotones pueden generar estructuras similares a vórtices cuando interactúan en un gas ultrafrío. Este fenómeno podría tener implicaciones significativas para el desarrollo de la computación cuántica. El estudio, liderado por el Dr. Lee Drori y su equipo, fue publicado en la revista Science y representa un avance en la comprensión de cómo los fotones pueden ser utilizados para procesar información.

Los vórtices son fenómenos físicos que se presentan en diversas situaciones, desde la formación de galaxias hasta la dinámica de tornados y el movimiento del agua en una bañera. En este caso, los investigadores se centraron en cómo los fotones, al interactuar, pueden crear vórtices en un entorno controlado. Para ello, utilizaron una celda de vidrio que contenía una densa nube de átomos de rubidio, lo que permitió forzar la interacción entre los fotones.

Durante el experimento, los científicos observaron que cuando los fotones pasaban cerca unos de otros, su velocidad se alteraba debido a la influencia mutua. Este fenómeno, conocido como desplazamiento de fase, es crucial para la computación cuántica, ya que permite que los fotones actúen como qubits, las unidades básicas de información en este tipo de computación. El equipo también notó que la presencia de un solo fotón podía afectar a miles de átomos, lo que a su vez influía en el comportamiento de otros fotones.

El estudio, que ha sido el resultado de casi una década de trabajo, no solo amplía el conocimiento sobre los vórtices, sino que también abre nuevas posibilidades en el procesamiento de datos cuánticos. Los investigadores continúan su labor para explorar cómo estos vórtices pueden ser utilizados de manera efectiva en la computación cuántica, lo que podría revolucionar la forma en que se manejan y procesan los datos en el futuro.