Chile ha lanzado un operativo de gran envergadura para desmantelar una facción del Tren de Aragua, vinculada al asesinato del disidente venezolano Ronald Ojeda en su territorio. La Fiscalía chilena sostiene que las órdenes para llevar a cabo este crimen provienen de altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro en Caracas. Ángel Valencia, el fiscal nacional de Chile, subrayó que las afirmaciones del fiscal Héctor Barros están respaldadas por evidencia concreta, y no son meras especulaciones.

Se ha mencionado la implicación de Diosdado Cabello, un alto dirigente chavista y actual ministro del Interior de Venezuela, en la planificación del asesinato de Ojeda, quien contaba con estatus de refugiado político en Chile. La fiscalía ha abierto una investigación sobre la posible participación de Cabello, enfatizando que, independientemente de su posición, si se demuestra su culpabilidad, será perseguido bajo las leyes chilenas. El gobierno chileno ha manifestado que podría recurrir a la Corte Penal Internacional si se confirma la implicación de Cabello en el crimen.

El Tren de Aragua, que comenzó como una banda de prisioneros en Venezuela, ha evolucionado hasta convertirse en una red criminal que opera en varios países de América Latina, incluyendo Chile, Colombia y México. La reciente operación en Chile, que tuvo lugar el 22 de enero de 2025, fue coordinada con autoridades de Costa Rica, Colombia y Estados Unidos, donde se logró la captura de «El Turco», un líder de la facción en Chile. La situación se complica aún más, ya que el mismo día del operativo, Venezuela solicitó la extradición de miembros del Tren de Aragua detenidos en otros países, lo que ha sido rechazado por las autoridades chilenas.