Cristina Kirchner ha regresado al Instituto Patria tras pasar tres semanas en El Calafate, donde celebró las fiestas con su familia. Su retorno marca el inicio del año electoral, y desde su entorno han dejado claro que su objetivo es confrontar abiertamente con Javier Milei, el actual presidente, y no involucrarse en disputas sobre liderazgos internos dentro del peronismo. La ex presidenta busca reafirmar su posición en la política argentina en un contexto electoral complicado.
Durante su primera semana de actividades, Kirchner ha mantenido una serie de reuniones para abordar conflictos provinciales y coordinar estrategias para las próximas elecciones. Uno de los puntos de tensión es la relación con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien se encuentra en una encrucijada respecto a la organización de los comicios en la provincia. La posibilidad de un desdoblamiento electoral ha generado un clima de incertidumbre y rivalidad entre ambos sectores.
Desde el Instituto Patria, se anticipa que la ex mandataria no se involucrará en la lucha interna por el liderazgo, pero sí habrá una constante tensión con el kicillofismo. En este sentido, se ha mencionado que el foco de Kirchner estará en mantener su relevancia política y en evitar que otros actores, como el PRO y la UCR, eclipsen su figura en la contienda electoral.
Además, el proyecto de «Ficha Limpia», que se enviará al Congreso, podría complicar sus aspiraciones de candidaturas, ya que prohibiría a aquellos con condenas firmes postularse. Esto ha llevado a que la atención se centre nuevamente en su figura, justo cuando Milei también busca posicionarla como su principal rival.
En este contexto, Kirchner ha comenzado a organizar el peronismo en diversas provincias, como Santa Fe y Jujuy, donde se están llevando a cabo negociaciones para lograr la unidad del partido. Su objetivo es consolidar el liderazgo del peronismo y enfrentar los desafíos que presenta el panorama electoral de 2025.