La Oficina Anticorrupción de Corea del Sur ha realizado un arresto histórico al capturar al presidente destituido Yoon Suk-yeol, quien intentó declarar la ley marcial en diciembre. Este hecho marca un hito en la política del país, ya que Yoon se convierte en el primer mandatario en funciones en ser arrestado. La detención se llevó a cabo a las 10:33 de la mañana, hora local, tras un enfrentamiento prolongado que culminó con la irrupción de cientos de investigadores y policías en su residencia oficial.
Yoon, que fue destituido mediante un juicio político, enfrenta serios cargos de insurrección. En un mensaje grabado, el ex presidente expresó su decisión de someterse al interrogatorio para prevenir un “derramamiento de sangre”, aunque reiteró su postura de que la investigación en su contra es ilegal. “He decidido responder a la Oficina de Investigación de la Corrupción”, afirmó Yoon, mientras su equipo legal denunciaba la orden de arresto como injustificada.
La operación de arresto comenzó antes del amanecer, con agentes que escalaron muros y utilizaron rutas alternativas para eludir los bloqueos del Servicio de Seguridad Presidencial. Este fue el segundo intento de arresto, ya que el primero, realizado el 3 de enero, no tuvo éxito debido a la resistencia de su equipo de seguridad.
El arresto ha sido recibido con reacciones mixtas en el país. El Partido Democrático, principal oposición, considera que esta acción es un paso hacia la restauración del orden constitucional. Por su parte, los seguidores de Yoon se manifestaron en su defensa, acusando a las autoridades de actuar de manera ilegal.
Yoon podrá ser detenido hasta por 48 horas, pero cualquier extensión de su detención requerirá una nueva orden judicial. Además, enfrenta un juicio en el Tribunal Constitucional que decidirá sobre la validez de su destitución.