El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos ha decidido ordenar la liberación del exgobernador Sergio Urribarri y de su cuñado, Juan Pablo Aguilera, quienes se encontraban detenidos desde el 19 de noviembre en la Unidad Penal 1 de Paraná. La decisión fue tomada en un fallo dividido, donde el tribunal consideró que no se había demostrado el riesgo de fuga que había argumentado la Fiscalía, el cual había llevado a la Cámara de Casación a dictar la prisión preventiva.
Urribarri enfrenta una condena de ocho años de prisión por delitos relacionados con negociaciones incompatibles con la función pública y peculado. Sin embargo, su detención no estaba destinada a hacer cumplir dicha pena, ya que la sentencia aún no es firme y está sujeta a revisión por parte de la Corte Suprema de Justicia.
El tribunal habilitó la feria judicial para tratar el caso y, en la votación, los vocales Leonardo Portela y Germán Carlomagno coincidieron en que el argumento de la Fiscalía sobre el riesgo de fuga no estaba suficientemente fundamentado. Carlomagno, en su voto, calificó la prisión preventiva como desproporcionada y destacó que la situación de los acusados había mejorado desde la decisión de la Cámara de Casación, ya que se les había concedido el recurso extraordinario federal para que la Corte Suprema revise la condena.
Además, el vocal subrayó que Urribarri había regresado al país tras su condena y se había presentado sin dificultades a la detención, lo que indicaría la inexistencia del riesgo de fuga. En contraposición, el vocal Miguel Ángel Giorgio votó a favor de mantener las prisiones preventivas, lo que resultó en un fallo final de 2 a 1 a favor de la liberación.
El tribunal también impuso medidas restrictivas que deberán cumplir Urribarri y Aguilera tras su liberación. Esta decisión ha generado un amplio debate sobre el manejo de la justicia en casos de figuras políticas y la interpretación de los riesgos asociados a su libertad.