La relación entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, atraviesa un momento de alta tensión. En una reciente entrevista, Milei criticó abiertamente a Villarruel por sus declaraciones sobre los sueldos en el Senado, calificándolas como «errores no forzados» y afirmando que no está «en línea» con lo que los argentinos esperan de su gobierno. El mandatario subrayó que su comentario sobre «cobrar dos chirolas» es desconectado de la realidad, dado que la mayoría de la población tiene ingresos significativamente menores.
La situación se complica aún más con el creciente conflicto interno en La Libertad Avanza, donde la diputada Lilia Lemoine ha arremetido contra Villarruel, llamándola «sanguijuela» y «garrapata». Además, la diputada compartió imágenes echas con inteligencia artificial burlándose de ella. Este ataque verbal ha llevado a Villarruel a exigir un «bozal legal» para Lemoine, quien ha intensificado sus críticas hacia la vicepresidenta, acusándola de comportarse como parte de «la casta».
Las encuestas reflejan el deterioro de la imagen de Villarruel, quien ha visto cómo su valoración negativa ha aumentado, posicionándola como la dirigente oficialista con peor imagen. Según un sondeo reciente, su aprobación ha caído al 44%, mientras que su desaprobación se sitúa en un alarmante 54%. Este descenso en popularidad se ha visto influenciado por la creciente confrontación con Milei y el descontento interno en el partido.