En el mercado existen sospechas sobre posibles irregularidades relacionadas con el notable aumento en el interés por las acciones de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) justo antes de que el gobierno de Javier Milei anunciara la liberación de 120 mil millones de pesos en dividendos. Este incremento en el volumen de operaciones de las acciones de ByMA, que creció un 527% en poco tiempo, ha llevado a algunos operadores a cuestionar si hubo filtraciones de información privilegiada.
ByMA, que es uno de los principales mercados bursátiles del país y tiene entre sus fundadores a Nicky Caputo, primo del actual ministro de Economía, se benefició de la eliminación de una restricción que limitaba la distribución de dividendos de la Caja de Valores. Dicha caja es controlada casi en su totalidad por ByMA, lo que significa que la medida impacta directamente en sus finanzas.
Los movimientos inusuales en el volumen de compra de acciones de ByMA comenzaron semanas antes del anuncio oficial sobre el reparto de dividendos, lo que ha llevado a especulaciones sobre si algunos inversores estaban al tanto de la decisión del gobierno antes de que se hiciera pública. Un operador del sector financiero comentó que «hubo un pico de volumen fuerte en las últimas dos o tres semanas», lo que sugiere que algunos podrían haber tenido conocimiento anticipado de la autorización para el reparto de dividendos.
A pesar de la notable subida en el precio de las acciones de ByMA, que llegó a aumentar un 14.5% en el primer día de negociación tras el anuncio, las autoridades no consideraron necesario investigar las circunstancias que rodearon este fenómeno. Esto ha generado críticas sobre la falta de control y supervisión en el mercado, especialmente en un contexto donde las regulaciones son cruciales para garantizar la transparencia y la equidad.
La Comisión Nacional de Valores (CNV) es la entidad encargada de supervisar estas situaciones, pero hasta el momento no ha tomado medidas al respecto. Expertos en el área han expresado su preocupación por la posibilidad de que se haya filtrado información sensible, lo que podría haber permitido a ciertos actores beneficiarse de la situación.
En resumen, el caso de ByMA ha puesto de relieve las tensiones entre el mercado y las autoridades reguladoras, así como las dudas sobre la transparencia en la gestión de información en el ámbito financiero argentino.