En el contexto de la administración de Javier Milei, el mercado laboral argentino ha experimentado cambios significativos que han beneficiado a ciertos sectores mientras han perjudicado a otros. Según un análisis reciente, el empleo ha mostrado una heterogeneidad marcada por edad, género y nivel educativo, lo que ha llevado a una reconfiguración del panorama laboral en el país.

Durante el tercer trimestre de 2024, se registró una ligera contracción de 13.400 puestos de trabajo en comparación con el año anterior, lo que representa una disminución del 0,06%. Sin embargo, este panorama esconde una realidad más compleja: mientras que se generaron 356.700 empleos por cuenta propia y 17.600 en la informalidad, el número de asalariados registrados se redujo en 383.100. Esta situación ha sido particularmente aguda en el sector público, donde se perdieron más de 257.000 puestos.

El análisis revela que el empleo se ha movido de manera dispar entre diferentes grupos demográficos. Por ejemplo, el empleo aumentó en el segmento de personas de 30 a 64 años, tanto para hombres como para mujeres, mientras que los jóvenes de hasta 29 años han sufrido pérdidas significativas. En el caso de las mujeres, se reportó una disminución de 6.300 empleos en este grupo etario, y 28.500 en el segmento de mayores de 65 años.

En cuanto al nivel educativo, los datos indican que los sectores con menor educación han visto una caída en las oportunidades laborales. Se perdieron 26.700 puestos en quienes tienen primaria incompleta y 121.400 en aquellos con secundaria completa. En contraste, los trabajadores con educación superior y universitaria completa han visto un incremento de 300.800 empleos.

La administración de Milei ha priorizado el empleo privado sobre el estatal, lo que ha llevado a un aumento en las posiciones más calificadas, como las de profesionales y técnicos, mientras que los trabajos menos calificados han disminuido drásticamente. La industria automotriz, la manufactura de maquinaria y la producción de alimentos han sido algunas de las áreas que han mostrado recuperación.

A pesar de la incertidumbre, se anticipa que el nuevo año podría traer una leve recuperación en el empleo, aunque con un bajo porcentaje de empresas que planean aumentar su personal. La Encuesta de Indicadores Laborales sugiere que un 5,1% de las empresas espera cambios en su dotación, con un saldo neto positivo que podría indicar un repunte en la creación de empleo.