La provincia de Río Negro ha aprobado la ley de Ficha Limpia, una normativa que impide que personas condenadas por delitos dolosos puedan postularse a cargos públicos. Este avance es visto como un triunfo del actual gobierno provincial, liderado por Alberto Weretilneck, quien se ha diferenciado de la Casa Rosada al impulsar esta iniciativa. Sin embargo, es importante señalar que la raíz de esta propuesta se encuentra en un esfuerzo previo del bloque del PRO, que había presentado un proyecto similar hace varios años.

El legislador Juan Martín, del PRO, fue uno de los principales impulsores de la Ficha Limpia desde 2020. En ese momento, el oficialismo no mostró interés en debatir la propuesta, lo que llevó a que el proyecto fuera presentado nuevamente en 2022 y 2024. Martín expresó su satisfacción por la reciente aprobación, señalando que «finalmente escucharon lo que veníamos pidiendo hace cuatro años». Este cambio de postura del gobierno actual ha generado críticas y controversias, especialmente entre los sectores del kirchnerismo, que se opusieron a la iniciativa.

La ley aprobada establece que cualquier persona con una condena en segunda instancia por delitos que afectan la administración pública no podrá ser candidato ni ejercer cargos en partidos políticos. La normativa fue respaldada por el bloque del PRO y algunos miembros del peronismo ortodoxo, mientras que el kirchnerismo se manifestó en contra, argumentando que la ley atenta contra el principio de inocencia.

El debate en la Legislatura fue intenso, con intercambios acalorados entre oficialistas y opositores. A pesar de las tensiones, el apoyo al proyecto fue significativo, con 36 votos a favor y solo cinco en contra. La aprobación de esta ley no solo marca un hito en la política provincial, sino que también refleja un cambio en la dinámica política de Río Negro, donde el gobierno busca distanciarse de las decisiones de la Casa Rosada y fortalecer su imagen ante la ciudadanía.

La Ficha Limpia se convierte así en una herramienta clave para el gobierno de Weretilneck, que la utilizará como parte de su estrategia electoral de cara a las próximas elecciones. Sin embargo, el legado del PRO en la creación de esta normativa no debe ser olvidado, ya que su impulso inicial fue fundamental para que la discusión sobre la ética en la política volviera a estar en la agenda pública.