La relación entre el presidente Javier Milei y el ex presidente Mauricio Macri se ha vuelto un laberinto de desconfianzas y tensiones que complican cualquier intento de acuerdo electoral. A medida que se acercan las elecciones legislativas de 2025, ambos líderes parecen estar atrapados en un tira y afloja que no solo afecta sus respectivas estrategias, sino que también pone en riesgo la cohesión de sus partidos.

Por un lado, Milei ha comenzado a liderar la estrategia electoral de su partido, La Libertad Avanza, y ha dejado abierta la posibilidad de alianzas con el PRO. Sin embargo, su desconfianza hacia Macri es palpable. A pesar de que algunos sectores del PRO abogan por una unión que podría fortalecer a ambos partidos, el presidente parece inclinarse hacia una competencia en solitario, especialmente tras el reciente anuncio de Jorge Macri sobre el desdoblamiento de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. Este movimiento fue interpretado como un desafío directo a la Casa Rosada y provocó la inmediata reacción negativa de Karina Milei, quien criticó la decisión por considerarla un gasto innecesario de recursos públicos.

La situación se complica aún más con los planes de Karina Milei en la capital, que han generado recelos dentro del PRO. La secretaria general de la Presidencia ha estado trabajando para que La Libertad Avanza obtenga personería jurídica en diversas provincias, lo que podría debilitar la posición del PRO en territorios donde tradicionalmente ha tenido influencia. Esto ha llevado a que algunos miembros del partido de Macri cuestionen la viabilidad de una alianza, argumentando que Milei debería competir con boleta propia.

A pesar de estas tensiones, hay voces dentro del oficialismo que reconocen la necesidad de una colaboración, especialmente en provincias donde el PRO tiene una base sólida. La UCR también ha manifestado interés en participar en las negociaciones, ofreciendo su apoyo en regiones donde La Libertad Avanza no tiene tanto respaldo. Sin embargo, el sector más radical de la UCR, que se opone a cualquier alianza con Milei, complica aún más el panorama.

En este contexto, la falta de confianza entre Milei y Macri se convierte en un obstáculo significativo. Ambos líderes parecen estar más enfocados en sus propias agendas que en construir un frente unido que pueda desafiar a la oposición en las próximas elecciones. La incertidumbre sobre si habrá o no primarias y el futuro de las alianzas políticas en Argentina se cierne sobre el horizonte electoral, dejando a los votantes en un mar de dudas.