El gobierno de Chile ha presentado una protesta formal ante Argentina debido a las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien se refirió al presidente chileno, Gabriel Boric, como un “comunista que los está por hundir”. Esta controversia surgió tras una entrevista en la que Caputo criticó la dirección de la política económica chilena, sugiriendo que Boric estaba llevando al país hacia un camino negativo.
La nota de protesta fue entregada al embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, donde el gobierno chileno expresó su repudio a las afirmaciones de Caputo, calificándolas de “inapropiadas e inexactas”. El canciller chileno, Alberto Van Klaveren, reafirmó el descontento por los comentarios, indicando que estos revelan un nivel de hostilidad que no se comprende, dado que la relación entre ambos países ha buscado siempre una agenda positiva. “Requerimos de una relación de respeto mutuo”, enfatizó el canciller.
Caputo, además de catalogar a Boric de comunista, mencionó que su gestión estaba “por hundir” a Chile, recordando que el país había sido un modelo en la reducción de la pobreza en América Latina hasta hace poco. En respuesta, Van Klaveren defendió los logros de Chile en la lucha contra la pobreza, afirmando que el país tiene mucho que aportar en este ámbito y que Argentina podría aprender de su experiencia.
El propio Gabriel Boric no se quedó al margen y, en un acto oficial, respondió a Caputo, sugiriendo que los presidentes pasan, pero las instituciones y los pueblos perduran. Además, hizo un llamado a la empatía hacia quienes sufren en su país, distanciándose de la retórica agresiva que a veces caracteriza a la política argentina.
Mientras tanto, el presidente argentino, Javier Milei, no se pronunció extensamente sobre el tema, aunque hizo un comentario en redes sociales que parecía respaldar a Caputo. Este cruce de declaraciones ha puesto de manifiesto las tensiones entre ambos gobiernos, en un contexto donde las relaciones bilaterales son clave para la estabilidad en la región.