El Gobierno argentino ha decidido suspender la mesa legislativa que había sido establecida para consensuar la agenda del Congreso con los bloques aliados. Esta mesa, que funcionó durante solo dos meses, dejó de operar hace tres semanas, en medio de tensiones con los gobernadores sobre el Presupuesto y críticas de Mauricio Macri hacia Javier Milei. Desde la Casa Rosada, se argumenta que la suspensión se debe a cuestiones de agenda, aunque en el PRO se percibe como una represalia por las críticas del ex presidente.
La mesa legislativa se había conformado en agosto, cuando La Libertad Avanza buscaba enfriar las relaciones con Macri, después de un tenso enfrentamiento sobre la reforma jubilatoria y la discusión de fondos para universidades. Sin embargo, la reciente ausencia de diputados del oficialismo, quienes viajaron a Estados Unidos para observar las elecciones, ha contribuido a la falta de convocatorias por parte de Santiago Caputo, quien lidera la mesa.
En la Casa Rosada, se ha indicado que las conversaciones se reanudarán una vez que se firme el decreto para convocar a sesiones extraordinarias, aunque aún no se ha definido una fecha para ello. Los proyectos que podrían discutirse incluyen reformas políticas, la privatización de Aerolíneas Argentinas, y la designación de nuevos jueces, entre otros. Sin embargo, la versión del proyecto de Ficha Limpia aún se encuentra en etapas iniciales y su inclusión en la agenda legislativa es incierta.
Mientras tanto, la tensión entre el oficialismo y el PRO continúa en aumento, especialmente tras el fracaso de las negociaciones sobre el Presupuesto y la falta de voluntad para reabrir diálogos sobre otros proyectos. La situación se complica aún más con la incertidumbre sobre la continuidad de Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados, lo que podría generar un «golpe institucional» si se designa a otro diputado en su lugar.