La reciente decisión de Horacio Rodríguez Larreta de instruir a sus diputados para que no den quórum en la Cámara de Diputados está marcada por una compleja dinámica política. A pesar de su enfrentamiento con el presidente Javier Milei, Larreta ha optado por apoyar la gestión de Santiago Caputo, el ministro de Economía, quien es parte del gabinete de Milei. Esta estrategia busca evitar que la oposición entorpezca el trabajo de Caputo en un momento crítico para la economía argentina.

La negativa de los diputados de Larreta a participar en la discusión del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) relacionado con el canje de deuda se presenta como un acto de pragmatismo político. Aunque Larreta y Milei tienen diferencias significativas, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha reconocido la importancia de no obstaculizar la gestión económica en un contexto donde el país enfrenta desafíos financieros. Al no dar quórum, Larreta busca facilitar que Caputo pueda avanzar en su agenda sin la presión de una oposición unida que podría aprovechar la situación para atacar al gobierno.

Esta decisión también refleja un intento de Larreta por mantener una relación funcional con el gabinete de Milei, a pesar de las tensiones existentes. Al apoyar indirectamente a Caputo, Larreta se posiciona como un actor clave en el escenario político, mostrando que, a pesar de sus diferencias con el presidente, está dispuesto a colaborar en temas que considera críticos para el país. Esta maniobra puede interpretarse como un intento de equilibrar su propia agenda política con la necesidad de estabilidad económica.

La situación es un claro ejemplo de cómo las alianzas y las decisiones estratégicas pueden influir en el funcionamiento del Congreso. Larreta, al no dar quórum, no solo protege la gestión de Caputo, sino que también envía un mensaje a su base y a la oposición sobre su capacidad para actuar de manera pragmática en beneficio del país. Este enfoque podría ser visto como un intento de reconfigurar su imagen política, alejándose de la confrontación directa con Milei y enfocándose en la gobernabilidad.

En resumen, la decisión de Larreta de no dar quórum para tratar el DNU del canje de deuda es un movimiento calculado que busca apoyar la gestión de Santiago Caputo, a pesar de las tensiones entre él y el presidente. Esta estrategia refleja la complejidad de la política argentina, donde las alianzas pueden ser temporales y las decisiones deben tomarse con un enfoque en la estabilidad económica del país.