La Casa Rosada enfrenta un duro choque con los gobernadores por las exigencias en torno al Presupuesto 2025. Luego de analizar las demandas provinciales, el Gobierno de Javier Milei decidió endurecer su postura y rechazar cualquier modificación que implique un desequilibrio fiscal.
La consigna oficial es inamovible: «No hay plata» para ceder ante los reclamos sobre coparticipación, aportes previsionales y otros ítems reclamados. Se priorizará mantener el superávit fiscal «a rajatabla», según fuentes cercanas al Presidente.
«Si nos quieren sacar recursos, nos tienen que decir de dónde los vamos a extraer para no perder el equilibrio», advirtieron desde el Ejecutivo. La reunión de comisión para analizar cambios cayó abruptamente ante la negativa presidencial.
Milei buscará compensar con un freno a la obra pública no iniciada y la reforma electoral que eliminaría las PASO, lo que representaría un ahorro estimado de $3.700 millones. No obstante, aún no hay fechas pautadas para retomar el diálogo con los mandatarios provinciales.
Los gobernadores evalúan si respaldar la intransigencia oficial, con un margen acotado ante la posición dominante del Presidente. El Ejecutivo, en tanto, no da la discusión «por muerta» pero reafirma que «la estabilidad fiscal no se toca».