Tras una dura campaña, Donald Trump se ha alzado como el vencedor de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, derrotando a la demócrata Kamala Harris. El ex presidente republicano consiguió la victoria en los estados clave, como Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, logrando superar los 270 votos electorales necesarios para regresar a la Casa Blanca.
La victoria de Trump representa un duro golpe para el Partido Demócrata, que no logró mantener el control de la Casa Blanca tras el mandato de Joe Biden. Kamala Harris, quien esperó los resultados en la Universidad Howard, su alma mater, deberá conformarse con la vicepresidencia durante el último año de la administración Biden.
Pero la victoria de Trump no solo tiene implicaciones a nivel nacional, sino que también tendrá un impacto significativo en la geopolítica internacional. El nuevo presidente se enfrentará a desafíos apremiantes, como la tensión creciente entre Estados Unidos y China, el conflicto en Ucrania y la inestabilidad en Medio Oriente.
Será fundamental observar cómo Trump aborda estos temas y si logra cumplir con su promesa de «terminar guerras, no empezar guerras». Su estilo de diplomacia directa y su historial de toma de decisiones unilaterales serán puestos a prueba en un mundo cada vez más complejo y volátil.