El blanqueo de capitales implementado por el gobierno de Javier Milei resultó mucho más exitoso de lo esperado, con más de USD 14.000 millones ingresados al sistema financiero de forma efectiva. Este hecho fue fundamental para impulsar la baja del riesgo país por debajo de los 1.000 puntos básicos.
El plan de regularización, que cierra hoy sin nuevas prórrogas, logró atraer una importante cantidad de dólares al sistema bancario. Cerca del 90% de estos fondos quedaron depositados en las entidades, en lugar de ser retirados, lo que generó un repunte de los depósitos en moneda extranjera por encima de los USD 30.000 millones.
Parte de estos dólares ingresados fueron destinados a la compra de bonos, lo que contribuyó a la mejoría de los títulos en el mercado local e internacional. Asimismo, el Banco Central pudo adquirir más de USD 1.500 millones durante octubre, en un mes donde tradicionalmente se registraban salidas significativas, gracias a la mayor oferta de divisas.
Si bien se estima que el monto total del blanqueo superará ampliamente los USD 14.000 millones en efectivo, lo cierto es que el proceso tuvo un impacto muy positivo en la confianza de los inversores. Esto se reflejó en la importante caída del riesgo país, que perforó el umbral psicológico de los 1.000 puntos básicos después de haber estado por encima de los 1.500 a mediados de año.
La incógnita ahora es si los depósitos en dólares continuarán creciendo una vez finalizado el blanqueo. Es probable que en el corto plazo muestren cierta estabilización o leve retroceso, a medida que algunos inversores que blanquearon menos de USD 100.000 retiren sus fondos. No obstante, el Gobierno confía en mantener el ritmo de compras del Central, lo que le permitiría seguir acumulando reservas.