En las recientes elecciones presidenciales de Uruguay, Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del Partido Nacional, se preparan para enfrentarse en un balotaje el próximo 24 de noviembre. Orsi obtuvo el 43.82% de los votos, pero no alcanzó el 50% más uno necesario para evitar una segunda vuelta. Delgado, por su parte, logró un 26.84% de los sufragios, asegurándose el segundo lugar y la oportunidad de competir nuevamente. El resultado refleja un claro liderazgo de Orsi, quien se presenta como el candidato más votado en esta primera vuelta.
Yamandú Orsi, exintendente de Canelones, es parte del Movimiento de Participación Popular y cuenta con el respaldo del expresidente José Mujica. Durante la jornada electoral, Orsi expresó su intención de abordar temas urgentes como la infancia, la pobreza infantil, la seguridad y la educación, proponiendo un diálogo multipartidario para encontrar soluciones. En el ámbito internacional, Orsi aboga por mantener relaciones de excelencia con otros países y anticipa que, de ser electo, su primer viaje sería a Argentina o Brasil.
Por otro lado, Álvaro Delgado, representante del oficialismo, se mostró confiado en su experiencia previa como secretario de la Presidencia. Tras los comicios, Delgado agradeció a los militantes y destacó que la coalición de gobierno ha sido la más votada en varias ocasiones recientes. En su discurso, llamó a continuar con el rumbo del actual gobierno con algunos ajustes y enfatizó la importancia de la credibilidad y preparación para gobernar.
Con el balotaje en el horizonte, ambos candidatos intentarán captar el apoyo de aquellos votantes que no se inclinaron por ninguno de los partidos en la primera vuelta. Esta elección representa una oportunidad crucial para definir el futuro político de Uruguay, con Orsi y Delgado como protagonistas de un escenario político que promete ser reñido y lleno de desafíos.