Evo Morales, ex presidente de Bolivia, ha tomado una posición desafiante al atrincherarse en su región cocalera del Chapare, en un intento de evitar ser arrestado por la fiscalía. La institución judicial lo investiga por presunta trata de personas y estupro, y su falta de comparecencia a la citación judicial ha llevado a la fiscal Sandra Gutiérrez a advertir que se podría emitir un mandamiento de aprehensión. Morales, que se declara un “perseguido político”, ha indicado que no se presentará a la audiencia por la “falta de garantías” en el proceso.
Morales, quien continúa siendo una figura influyente en el Chapare y lidera el sindicato de cocaleros, cuenta con el respaldo de sus seguidores, quienes han iniciado vigilias en su defensa. A través de un comunicado, el Pacto de Unidad, un conglomerado de sindicatos que apoyan al ex mandatario, han amenazado con bloquear carreteras si se lleva a cabo su detención, alegando que esto sería una reacción ante la situación económica y la corrupción del actual gobierno de Luis Arce.
La situación se ha intensificado tras la reciente marcha encabezada por Morales, donde cuestionó al gobierno por la crisis económica y reclamó su habilitación para las elecciones presidenciales de 2025. Las acusaciones contra él han resurgido en medio de una lucha política interna en el Movimiento al Socialismo (MAS), partido al que pertenecen tanto Morales como Arce. La investigación implica a una joven que supuestamente tuvo una relación con Morales cuando él ocupaba la presidencia, lo que ha desatado una ola de controversias y acusaciones entre ambos bandos.
El clima de tensión ha generado un enfrentamiento directo entre Morales y Arce, exacerbando la crisis institucional en Bolivia. Analistas advierten que la falta de independencia del sistema judicial se ha vuelto un tema crítico en el país, mientras que las divisiones dentro del MAS han llevado a la oposición a buscar estrategias colaborativas para desafiar al gobierno debilitado. La situación no solo pone a prueba la estabilidad política, sino que también plantea interrogantes sobre la justicia y la democracia en Bolivia.