El periodista Eduardo Feinmann se burló de Santiago Caputo por sus trolls indúes que comenzaron a tuitear a favor del gobierno argentino y en contra de la marcha universitaria. Según el medio, este fenómeno se debe a un aparente agotamiento del dispositivo de trolls vinculado a Javier Milei, el cual recibió una inyección inesperada de actividad por parte de usuarios de India. Feinmann, en un tono irónico, afirmó que estos «indios libertarios caputistas» parecían tener un conocimiento profundo sobre la realidad política argentina.

Durante su intervención en La Nación+, Feinmann se rió de la situación y comentó: «Me interesa el tuit de Prakash Verma», provocando risas entre sus compañeros de programa. Además, sugirió que podría tratarse de una «granja de gente de carne y hueso» contratada por Santiago Caputo, en referencia a la estrategia del gobierno para manejar la opinión pública a través de redes sociales. La aparición de estos trolls ha sorprendido a muchos, dado que su interés por la política argentina parece poco probable, lo que ha llevado a algunos a cuestionar la autenticidad de estos comentarios.

La burla de Feinmann resuena en un contexto donde los trolls han sido utilizados como herramienta política en varias campañas. No obstante, la situación actual ha evidenciado una posible saturación de este recurso, lo que ha llevado a algunos a buscar alternativas más creativas para influir en la narrativa pública. La participación de estos usuarios de India en el debate argentino ha abierto un campo de discusión sobre la forma en que las redes sociales pueden ser manipuladas y la efectividad de los esfuerzos del gobierno para controlar su imagen.

Este episodio no solo destaca la peculiaridad de la política en la era digital, sino que también pone de relieve la tensión existente en el discurso político argentino, especialmente en el marco de las recientes movilizaciones estudiantiles y el creciente descontento en torno a las decisiones gubernamentales. La controversia en torno a los trolls y la respuesta de Feinmann son un recordatorio de cómo la comunicación y la desinformación en redes sociales continúan jugando un papel crucial en el panorama político actual.