Durante su participación en el World Leaders Forum de la Universidad de Columbia en Nueva York, el presidente de Chile, Gabriel Boric, se pronunció sobre el conflicto entre Israel y Hamas, manifestando una fuerte crítica hacia ambos actores. Boric afirmó sin ambigüedades que considera a Hamas como una organización terrorista, condenando los atentados y crueldades perpetradas por este grupo, especialmente los ataques del 7 de octubre del año pasado. Además, hizo un llamado a la comunidad internacional para que exija la liberación de los rehenes en manos de Hamas, expresando su empatía hacia las familias afectadas por la violencia en ambos lados del conflicto.
El mandatario chileno destacó su rechazo a la idea de tener que elegir entre “el terrorismo de Hamas y el genocidio que Israel está realizando en Palestina”. En sus declaraciones, Boric subrayó que el sufrimiento humano es igual en todas partes del mundo, indicando que “el dolor de una persona de Israel, de Palestina, de Malawi, de Chile o de Sri Lanka valen lo mismo porque somos todos seres humanos”. Esta postura refleja su intención de no aceptar una dicotomía que simplifique un conflicto tan complejo.
Boric también reafirmó el apoyo de Chile a la solución de dos Estados, basada en las fronteras anteriores a 1967, y se mostró favorable a la demanda de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia, donde se cuestionan las acciones de Israel en Gaza como posibles actos de genocidio. Su discurso no solo se limitó al conflicto en Oriente Medio, sino que también abordó la lucha contra el cambio climático, criticando a las naciones desarrolladas por exigir a los países en vías de desarrollo que no contaminen, a pesar de que su propio progreso se basó en la explotación de recursos de estos países.
Finalmente, Boric anunció la posibilidad de que Chile sea sede de un encuentro internacional de líderes progresistas en el primer semestre de 2025, una propuesta surgida tras reuniones con otros mandatarios en Nueva York. Esta cumbre, según el presidente, podría abordar temas cruciales como la crisis climática y la migración, promoviendo un diálogo más amplio que incluya a académicos e intelectuales, además de los líderes políticos.