Desde su nominación como candidato demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Tim Walz ha sido objeto de múltiples afirmaciones falsas y desinformación, especialmente procedentes de partidarios de Donald Trump. Un análisis de DW ha desmentido varias de estas afirmaciones, comenzando por la acusación de que Walz mintió sobre su servicio militar en Afganistán. Mientras que efectivamente no sirvió en Afganistán, la afirmación que circuló en redes sociales distorsionó su declaración original, sacando de contexto sus palabras sobre su rol en el teatro europeo durante las primeras fases de la guerra en Afganistán.

Otra afirmación falsa que circuló fue que Walz había ordenado la instalación de tampones en los baños de los chicos en las escuelas de Minnesota. Esta interpretación errónea proviene de un proyecto de ley que garantiza el acceso a productos menstruales en los baños de las escuelas, pero no especifica que deban estar disponibles en los baños para chicos. Este tipo de desinformación ha sido común en la política reciente, y expertos señalan que la polarización ha incrementado el incentivo para la difusión de estas narrativas engañosas.

Por otro lado, una afirmación verídica sobre Walz es que fue detenido en 1995 por conducir bajo la influencia del alcohol. Aunque inicialmente su campaña trató de minimizar este incidente, Walz admitió posteriormente haber estado involucrado en el caso y reconoció que le llevó a dejar de beber. Este tipo de información ha ganado relevancia a medida que su perfil político ha crecido, generando un mayor escrutinio sobre su pasado.