En un nutrido acto ante sus simpatizantes, María Corina Machado aseguró rotundamente que el candidato opositor Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador de los comicios con el 70% de los votos, en contraste con el dato oficial que proclamó vencedor a Nicolás Maduro con el 51%.
«Venezuela tiene un nuevo presidente electo y es Edmundo González Urrutia», enfatizó Machado junto al ex embajador venezolano, quien denunció la violación de todas las normas electorales. La líder opositora afirmó contar con el 100% de las actas que respaldarían este resultado.
El despliegue opositor puso en tela de juicio los números difundidos por el Consejo Nacional Electoral, controlado por el chavismo. Machado acusó que «no es un fraude más», sino el desconocimiento de la voluntad popular.
La comunidad internacional reaccionó con similares cuestionamientos a la regularidad de los comicios. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, exigió un recuento «justo y transparente», advirtiendo preocupación por un resultado que no refleje el sentir ciudadano.
Otras voces de peso como el presidente chileno Gabriel Boric demandaron total transparencia y acceso de veedores imparciales a las actas de votación. «No reconoceremos ningún resultado que no sea verificable», advirtió con tono firme.
Por su parte, el gobierno uruguayo descartó validar las cifras por considerar que el proceso estuvo «viciado». Europa también alzó sus reclamos solicitando garantías sobre la fidelidad del escrutinio.
En medio de un creciente clamor global por respetar la voluntad democrática, Machado y la oposición han asumido el desafío de sustentar sus denuncias con documentación fehaciente frente al aparente triunfo de Maduro. Un pulso que promete más controversia.