En una decisión sin precedentes, Brasil ha suspendido de manera preventiva las exportaciones de carne de ave y productos avícolas a 44 naciones. Esta medida se da luego de que el gobierno declarara estado de emergencia zoosanitaria en Río Grande del Sur por la detección de un foco de la peligrosa enfermedad de Newcastle.

La restricción, que estará vigente por 90 días, busca contener la propagación del virus altamente contagioso y erradicar el brote identificado en la localidad de Anta Gorda. Si bien las autoridades aseguran que no hay riesgo para la población, que puede seguir consumiendo carne de pollo, la medida comercial apunta a preservar la transparencia frente a los socios comerciales.

No obstante, las suspensiones varían según el país y el tipo de producto. Mientras algunas naciones vetaron todo ingreso de mercancías avícolas brasileñas, la Unión Europea solo restringió los provenientes de Río Grande del Sur. Un tercer grupo, como China y Argentina, prohibió específicamente los originados en un radio de 50 km del foco infeccioso.

«Los productos sometidos a tratamiento térmico como procesados y cocidos, con destino a ciertos mercados, no tienen limitaciones y podrán ser exportados con normalidad», aclararon desde el ministerio de Agricultura.

La situación representa un duro golpe para Brasil, tercer mayor exportador mundial de carne de pollo, que no registraba un brote similar desde 2006. La enfermedad de Newcastle, causada por un virus de la familia Paramyxoviridae, es altamente letal y contagiosa para aves comerciales y silvestres.

La decisión pone en vilo a la pujante industria avícola brasileña, obligada a reforzar protocolos para reabrir cuanto antes los millonarios mercados de exportación perdidos por esta crisis sanitaria sin precedentes.