Mientras la mayoría de la clase política alemana preferiría que Joe Biden fuese reelegido, Berlín comienza a prepararse para un eventual triunfo electoral de Donald Trump, escenario que traería turbulencias en las relaciones trasatlánticas.

El nombramiento oficial de Trump como candidato republicano en la convención de Milwaukee desató temores en Alemania. Figuras como Olaf Scholz han manifestado abiertamente su preferencia por Biden, pero expertos advierten que los políticos germanos deben mostrarse neutrales.

«No tienen influencia en la campaña estadounidense, sería mejor abstenerse de retórica anti-Trump», señala Dominik Tolksdorf, analista de la Sociedad Alemana de Política Exterior. Según él, es preferible estar preparados.

Especial preocupación genera la postura del virtual compañero de fórmula de Trump, J.D. Vance, quien ha expresado su disposición a «entregar Ucrania a Putin» y su falta de importancia sobre lo que suceda al país invadido.

Asimismo, Vance ha tildado de «tonta» la política energética alemana y atribuye el ascenso de la ultraderechista AfD al rechazo a la «migración masiva», un punto que inquieta a Berlín.

Más allá de las declaraciones, los expertos ven con alarma la creciente dependencia alemana de Estados Unidos para su seguridad, en un contexto donde Rusia amenaza a Europa.

«Alemania es hoy más vulnerable que en 2016», advierte Tolksdorf, quien insta a ampliar el apoyo a Ucrania y prepararse para «tener que proporcionar y organizar mucho más auxilio» en caso de un gobierno Trump.

Entre las eventuales exigencias republicanas resaltan mayores inversiones en defensa, como condición para contar con el respaldo de la OTAN bajo su administración.

Si bien confían en un triunfo demócrata, aumentan las dudas en Berlín sobre mantener relaciones «razonablemente constructivas» con Washington de revertirse el resultado. Un escenario que, de confirmarse, enfriaría considerablemente los vínculos trasatlánticos.