La actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, logró renovar su mandato por otros cinco años más tras conseguir el respaldo del Parlamento Europeo. En una ajustada votación, la política alemana obtuvo 401 votos a favor de los 720 escaños que componen la Eurocámara.

Con miras a asegurarse el apoyo necesario, von der Leyen presentó una hoja de ruta ambiciosa que incluye la creación de nuevos cargos clave. Destacan las figuras de un comisario para el Mediterráneo, encargado de reforzar los lazos con los países ribereños, y un comisario de Defensa, cuya prioridad será impulsar un escudo antiaéreo europeo conjunto. «Necesitamos proyectos comunes, por ejemplo un sólido sistema de defensa aérea que proteja nuestro espacio y envíe un claro mensaje de unidad europea en este ámbito», enfatizó.

Otra de las propuestas estrella es el nombramiento de un comisario para la Vivienda Asequible, que deberá diseñar un plan para facilitar el acceso a una vivienda digna en coordinación con el Banco Europeo de Inversiones. Von der Leyen también abogó por reformar el presupuesto comunitario para racionalizar programas y vincular las inversiones a reformas «clave» en cada país.

En materia medioambiental, considerada «una de las mayores amenazas a nuestra seguridad», la política conservadora planteó un plan europeo de adaptación climática y una estrategia para gestionar los recursos hídricos. «Debemos prepararnos para lo que vendrá más allá de reducir las emisiones», advirtió sobre los «devastadores» impactos del cambio climático.

En los próximos cinco años, von der Leyen tendrá que lidiar con importantes desafíos como la guerra en Ucrania, las tensiones comerciales con China y las crisis en Oriente Medio. «La UE necesita una voz fuerte y una dirección firme», declaró ante los eurodiputados.